martes, 19 de noviembre de 2013

El cambio climático y la era de la estupidez


El clima cambia, pero nosotros no … Es como si una tara estructural de nuestro sistema socio-político nos impidiera reaccionar a pesar de las evidencias científicas e incluso de las realidades que ya podemos ver a nuestro alrededor. Parece que como especie estamos esperando a mayores ‘evidencias’ de las que ya tenemos sobre la certeza del cambio climático y de la inequívoca responsabilidad de la actividad humana sobre el mismo, a ese tipo de evidencias que, tratándose de un sistema altamente no lineal como el clima, cuando las tengamos delante serán como el martillazo final de una sentencia por la imposibilidad de revertirlas… Si, realmente es ‘mala suerte’ que el cambio climático se haya destapado antes de que el ‘homo stupidus’  saliera de la Era de la Estupidez (película interesante para los que no la hayáis visto)  para evolucionar hacia algo que hiciera algo más de honor a ese pretencioso calificativo de ‘homo sapiens’.

Actualmente está teniendo lugar la COP19 (Cumbre del cambio climático de la ONU) en Varsovia. Esta COP19 está pasando bastante desapercibida, tanto por lo que respecta a su reflejo en los medios de comunicación, por lo que respecta a la sociedad en general. Han pasado ya 4 años desde la COP15 en Copenhague, la última Cumbre de Cambio Climático de la ONU que movilizó cierta ilusión en la sociedad por la posibilidad de que sus gestores políticos podían llegar a marcar la diferencia al pasar a la acción responsable. Pero nada de nada: Tan solo decepción total por  la incompetencia, irresponsabilidad e incapacidad de nuestros representantes políticos, lo cual probablemente explique gran parte de la insensibilidad y desapego de las siguientes cumbres como la actual COP19, en esta paulatina profundización en el desengaño y decepción con el sistema político actual.

Pero como sociedad estamos cometiendo un grave error si la reacción ante esta decepción es tan solo la apatía: El problema del cambio climático no se puede poner dentro de un armario y mirar para otro lado, tal y como hacen nuestros representantes políticos. La realidad no funciona así, y el problema dentro del armario sigue engordando de forma exponencial, de tal forma que cuando salga (no porque abramos nosotros la puerta, sino directamente porque reviente el armario…), el ‘monstruo’ ya será totalmente intratable.

Si hemos perdido la confianza en nuestros representantes políticos, hay que cambiarlos, así como el sistema de representación política para que por un lado represente realmente a la sociedad, y por otro lado podamos exigir responsabilidades.  Simplemente el ignorarlos no sirve, porque en foros como la COP19 siguen pasando cosas (Japón reduciendo drásticamente sus objetivos de reducción de emisiones, Australia intentando desmarcarse de los mecanismos que puedan articular compromisos globales de emisiones, sensación de impunidad total ante otro fracaso en el avance de las negociaciones para reducir las emisiones,...) que van en la dirección contraria que deberíamos llevar, y el estancamiento persistente en el que acaban sumidos estos foros no hacen más que dificultar la capacidad de actuación responsable.

E inputs para reactivar el tono de la actitud frente al cambio climático no faltan: La primera parte del quinto informe del IPCC (AR5) se hizo pública a finales de septiembre, y tal y como comentamos más abajo, este informe (y la evolución de los informes del IPCC a lo largo de los últimos 23 años) coloca datos contundentes encima de la mesa para exigir una actuación inmediata y responsable.  La realidad, adelantándonos sin contemplaciones por ambos lados, también estuvo presente al inicio de la COP19 con la emotiva sensación de urgencia transmitida al principio de la cumbre por la delegación Filipina a raíz de la destrucción del tifón "Haiyan". Pero nada, parece que el callo desarrollado a lo largo de estos años por nuestros representantes en estos foros de negociación es capaz de absorber y metabolizar prácticamente cualquier cosa (excepto el Cambio Climático…).

La evidencia se despliega ya ante nuestros ojos, pero  el cambio climático es un problema en el que lo más estúpido que se puede hacer es esperar a que se acumulen evidencias para convencer a los que siguen queriendo mirar a otro lado. Cuando ese despliegue de evidencias esté delante de nosotros, la no linealidad del sistema climático impedirá cualquier acción remediadora.  Por tanto, y aunque parezca de perogruyo en el contexto de nuestra sociedad tecnológica, debemos apoyarnos en la capacidad de previsión que nos proporciona la ciencia para tomar decisiones responsables hoy.

Decisiones que estamos tomando hoy, como las correspondientes a la planificación energética (en España ejemplarizada por la absoluta irresponsabilidad de nuestros representantes políticos por lo que respecta al cambio climático), o incluso la salida de los procesos de crisis que estamos atravesando,..., van a poner las pautas del impacto que ejerceremos en el clima las próximas décadas, siglos y milenios: Es totalmente absurdo e irresponsable tomar estas decisiones mirando a otro lado.

De hecho, no deja de resultar irónico que la salida del periodo de crisis que estamos atravesando actualmente llegue a convertirse en excusa y justificación para dejar de prestar atención a la crisis climática que se avecina, de una intensidad muy superior a la crisis que estamos atravesando ahora, y que las decisiones que toman políticos irresponsables en este contexto no hagan sino poner los cimientos para acelerar la llegada de la gran crisis. En definitiva, en términos de la ciencia del clima, la clase política actual está actuando como un mecanismo de feedback positivo, realimentando y amplificando la crisis ambiental. Realmente hay necesidad de romper este proceso de realimentación, y mucho me temo que tan solo una redefinición de la estructura del sistema socio-político pueda hacerlo, pero ¿ estamos preparados como sociedad para articular este cambio?

Veamos cuales son los datos más frescos que tenemos sobre la mesa para informar el posicionamiento y toma de decisiones por lo que respecta al cambio climático:

El modelado del sistema climático es muy complejo como consecuencia de la no linealidad, complejidad y diversidad de los mecanismos que lo gobiernan. Como profe de mecánica de fluidos y transferencia de calor que fui durante más de 15 años, recuerdo a finales de los noventa y principios de siglo cómo yo mismo ponía en cuarentena algunas de las previsiones de los modelos como consecuencia de la incertidumbre asociada al proceso de modelado. Pero hay dos realidades que no hay que tener presentes:

·         La ciencia nos proporciona herramientas para explicar la realidad y permitirnos avanzarnos a la respuesta de nuestro entorno ante distintas actuaciones, proporcionándonos de esta manera capacidad de previsión y de diseñar. Es perfectamente posible que los ‘modelos’ que usemos no sean perfectos, pero esto no les resta  ni mucho menos utilidad a la hora de ser empleados para gestionar nuestra interacción con el entorno. De hecho en ocasiones es todo lo contrario por ser capaces los modelos simplificados de condensar los aspectos esenciales hasta el punto de que los podamos comprender y manejar adecuadamente. Vivimos rodeados de tecnología que se ha desarrollado en base a esta capacidad de previsión que nos proporcionan los modelos, y la inmensa mayoría de los modelos ingenieriles que se han empleado para desarrollar los elementos tecnológicos que forman nuestra realidad de hoy, no son modelos perfectos, sino modelos simplificados, y en ocasiones el origen de la simplificación no es otro que nuestra actual ignorancia o incapacidad de modelado con los medios de cálculo actuales de los fundamentos físicos que rigen los procesos involucrados. Un ejemplo muy cercano: El motor de combustión interna de nuestro coche. En efecto, los procesos de turbulencia dentro de la cámara de combustión no están totalmente caracterizados ni en los modelos ni en nuestra comprensión científica actual, y nada de esto ha impedido usar los modelos disponibles para desarrollar coches con un elevado grado de perfección, hasta el punto de situar el automóvil (quizás excesivamente) en el núcleo de nuestra sociedad. Algo parecido sucede con los aviones, tanto por dentro (motores) como por fuera (flujo alrededor del avión). Y si en estos ‘gadgets’ relativamente tan pequeños nuestros modelos tienen carencias, cómo podemos pedir la perfección a los modelos del sistema climático, involucrando tamaños muy superiores y escalas mucho más dispares, antes de emplearlos para gestionar nuestra relación con el entorno… Si no confías en la capacidad de la ciencia para gestionar la  realidad que nos rodea hasta que disponga de modelos perfectos, deja el coche aparcado y no cojas el avión, lo cual, por cierto, también proporciona una contribución positiva directa  a paliar el problema del cambio climático… ;)

·         Gran evolución experimentada por los modelos climáticos en los 23 años transcurridos desde la publicación del primer informe del IPCC en 1990, y la aplastante coherencia de los resultados de los mismos por lo que concierne al mensaje principal: La actividad antropogénica está perturbando el sistema climático a un nivel sin precedentes con la emisión de gases de efecto invernadero y necesitamos urgentemente revertir esta situación si queremos evitar impactos de gran magnitud sobre nuestros sistemas social, político y económico. La Figura-1 recoge la evolución histórica de la temperatura media superficial junto a las previsiones de los 4 primeros informes del IPCC (FAT (1990), SAR (1995), TAR (2001) y AR4 (2007))
 
Figura-1: Evolución histórica de la anomalía de temperatura media superficial y previsiones de los 4 primeros informes del IPCC (Climate Change 2013: The Physical Science Basis, chapter-1)
 

Hace poco más de un mes y medio (27/9/2013) se presentó la primera parte del quinto informe del IPCC sobre cambio climático (AR5). Se trata del informe del Grupo-I (Climate Change 2013: The Physical Science Basis). El AR5 se completará en 2014 con otros tres informes: Impactos, adaptación y vulnerabilidad; mitigación; y síntesis. Pero el informe del Grupo-I es el que nos permite contrastar la evolución de la capacidad de modelado del sistema climático, su alineamiento con los resultados de los informes anteriores, y la versión más consensuada actualmente disponible sobre los impactos que cabe esperar que tenga sobre el clima la actividad antropogénica.

La vedad es que resulta sorprendente la limitada cobertura mediática que recibió a esta primera entrega del AR5, síntoma claro del aletargamiento de nuestro sistema socio-político.

Desde mi perspectiva, el IPCC a menudo ha tenido una actitud excesivamente conservadora en sus afirmaciones y en la manera de comunicar los resultados. Probablemente ésta actitud se haya considerado necesaria para situar sus resultados en un terreno neutro donde la mayor parte de los sectores del sistema socio-político puedan verlos. Pero incluso así la resistencia del sistema socio-político a internalizar los las necesidades de actuación que se concluyen incluso de los resultados conservadores presentados por el IPCC ha sido tremenda, y ahí andamos con una COP19 aséptica a finales del 2013… Sinceramente me entran dudas de si el haber sido más claros presentando el límite más pesimista de las previsiones de los análisis científicos, y comunicando claramente la potencial desviación hacia respuestas todavía más drásticas del sistema climático como consecuencia de los aspectos todavía no totalmente incorporados en los modelos climáticos, no hubiera contribuido a espabilar un poco más a este aletargado sistema socio-político que tenemos… Pero la realidad es que a pesar de todo esto, las conclusiones de esta primera parte del AR% son bastante contundentes:

·         The total anthropogenic RF (radiative forcing) best estimate for 2011 is 43% higher than that reported in AR4 for the year 2005. This is caused by a combination of continued growth in most greenhouse gas concentrations and improved estimates of RF by aerosols indicating a weaker net cooling effect (negative RF)

·         Human influence has been detected in warming of the atmosphere and the ocean, in changes in the global water cycle, in reductions in snow and ice, in global mean sea level rise, and in changes in some climate extremes (Figure SPM.6 and Table SPM.1). This evidence for human influence has grown since AR4. It is extremely likely that human influence has been the dominant cause of the observed warming since the mid-20th century

·         A large fraction of anthropogenic climate change resulting from CO2 emissions is irreversible on a multi-century to millennial time scale.

·         There is high confidence that sustained warming greater than some threshold would lead to the near-complete loss of the Greenland ice sheet over a millennium or more, causing a global mean sea level rise of up to 7 m. Current estimates indicate that the threshold is greater than about 1°C (low confidence) but less than about 4°C (medium confidence) global mean warming with respect to pre-industrial.

La Figura-2 recoge la evolución histórica y las previsiones hasta el año 2300 de la temperatura superficial media bajo los distintos escenarios de emisiones empleados por el AR5 (RCP2.6, RCP4.5, RCP6.0, RCP8.5). De estos 4 escenarios de emisiones empleados en el AR5, el RCP2.6 corresponde a un escenario de extrema mitigación de las emisiones, totalmente alejado de las tendencias actuales tanto a nivel planetario como de países individuales. Los escenarios RCP4.5 y RCP6.0 son escenarios de estabilización intermedia, que en la actualidad también están totalmente alejados de la actitud de nuestro sistema socio-político (basta con echar un ojo a la COP19…). El escenario RCP8.5 es el que podríamos considerar el escenario más representativo de la evolución tendencial actual, aunque sinceramente, para mi gusto se queda incluso corto a la hora de representar la foto de la evolución tendencial de un sistema socio-político con taras estructurales que le impiden tomar una clara conciencia de la realidad y actuar en consecuencia. En efecto, el escenario RCP8.5 viene a asumir que para el año 2100 habremos quemado del orden de la mitad de las reservas de combustibles fósiles disponibles: ¿resulta esto compatible con la actitud de nuestro sistema socio-político de ir como locos a extraer el crudo del Ártico tan pronto como el calentamiento global empieza a deshacer el hielo, o de agarrarse irresponsablemente a las promesas del shale-gas pasando por encima del desarrollo de las renovables, o el aniquilamiento del despliegue de las renovables en países como España con total impunidad política a los bárbaros e ignorantes que lo están propiciando?

Sinceramente, yo creo que no, y que el RCP8.5 se queda por tanto a mitad de camino, resultando probablemente más realista que para finales del 2100 hayamos agotado las reservas fósiles disponibles: Es decir, el impacto del cambio climático podría ser incluso considerablemente superior a lo mostrado por el peor escenario recogido por el AR5 del IPCC, y no conviene perder esto de vista al revisar los resultados del AR5 y al exigir que se tomen decisiones políticas en contextos como el de la descafeinada COP19.
 

Figura-2: Evolución del cambio de temperatura superficial media en los distintos escenarios del AR5 hasta el año 2300. (Climate Change 2013: The Physical Science Basis, chapter-12)

Bueno, pues partiendo entonces del hecho de que incluso el escenario de emisiones RCP8.5 puede infravalorar la evolución tendencial, ¿cómo cabe esperar que se modifique nuestro entorno en base a los resultados del AR5?

La Figura-3 recoge las distribuciones de temperatura media anual superficial para 2050, 2090 y 2190. Observar como de ‘oscuro’ se pone todo, y en particular para España. Además de estos incrementos tan importantes en la temperatura media, a nuestros hijos les vamos a dejar también la herencia de una importante intensificación de los episodios extremos (también documentada en el AR5) que ya estamos empezando a experimentar incluso nosotros mismos.
 

Figura-3: Distribución de temperatura media anual superficial en tres periodos de tiempo hasta el 2200. (Climate Change 2013: The Physical Science Basis, chapter-12)

 
Por lo que respecta a las previsiones de las variaciones del nivel del mar, la Figura-4 recoge los resultados tanto de la evolución histórica como de las previsiones de los distintos informes del IPCC (desde 1990-FAR hasta 2013-AR5). A parte de observar la coherencia entre las previsiones a lo largo de estos últimos 23 años de modelado climático y la evolución histórica, cuando nos centramos en el escenario del AR5 más representativo de la evolución tendencial actual (RCP8.5) vemos cómo ya para el año 2100 cabe esperar incrementos muy importantes del nivel medio del mar, con grandes consecuencias para los sistemas socio-económicos . Pero una vez más estos resultados, de cara a la toma de decisiones o de la exigencia a nuestros representantes políticos de que tengan una actitud responsable,  los debemos entender como una estimación conservadora de cómo puede realmente llegar a desplegarse la realidad:

·         Por un lado está el hecho anteriormente comentado de que la emisiones tendenciales hasta el 2100 podrían ser significativamente superiores a las que recoge el RCP8.5

·         Por otro lado está la evidencia científica de que la respuesta del mar a las perturbaciones climáticas va bastante más allí en el tiempo del fin de este siglo, tal y como deja claro el gráfico de la Figura-4 que en 2100 no muestra señal alguna de estabilización, sino más bien de incremento de la pendiente para los años siguientes. De hecho, juntando esto con la afirmación dentro del propio AR5 de que para el rango de incremento de temperatura correspondiente al escenario RCP8.5 cabe esperar el total deshielo de la capa de hielo de Groenlandia, el incremento del nivel del mar que estamos destapando ahora llegará a superar los 7 m de altura. En este sentido, gráficos como el de la Figura-4 no son, desde mi punto de vista, suficientemente contundentes para apoyar la toma de decisiones políticas porque camuflan las implicaciones a largo plazo de las decisiones que los políticos y la sociedad estamos tomando hoy. En efecto, la extrapolación y proyección a mayor plazo de tiempo de los resultados presentados en Figuras como esta, no son habilidades cultivadas en exceso, especialmente entre la clase política que funciona básicamente con intervalos de 4 años…

·         Tampoco tenemos que olvidar que los modelos actuales todavía no recogen el conjunto de mecanismos de respuesta del sistema climático ante la perturbación antropogénica. En especial, los mecanismos no lineales de respuesta lenta y sus incertidumbres, como la posible inversión de algunos de los feedback negativos actualmente implementados en los modelos como consecuencia por ejemplo de la liberación del carbono contenido en el permafrost, podría empeorar significativamente la foto de las repercusiones a largo plazo de las decisiones que estamos tomando hoy.
 

Figura-4: Evolución histórica y previsiones del incremento en el nivel del mar de los distintos informes del IPCC. (Climate Change 2013: The Physical Science Basis, Technical Summary)

 Y aunque todavía hay sectores que intentan agarrarse a la aparente discrepancia entre los resultados de los modelos y los observaciones disponibles, la realidad es que los modelos actuales están haciendo un muy buen trabajo en la reproducción de la realidad que observamos, y las aparentes discrepancias a menudo son debidas más a la incorrecta monitorización del sistema, como la medición del incremento de temperatura media superficial en los últimos 15 años inferior a la pronosticada por los modelos como consecuencia de carencias en la red de estaciones de medida en las regiones de mayor calentamiento, introduciendo por tanto bias (errores sistemáticos) significativas, o  a la entrada en juego de mecanismos de transporte no lineales y todavía no completamente capturados en los modelos, como es el efecto de las corrientes de mezcla en el océano Pacífico para absorber ‘temporalmente’ una mayor fracción del aporte energético al sistema climático.
 
¿Necesitamos más evidencias?, ¿a qué estamos jugando realmente?

1 comentario:

  1. Al cambio climático hay que añadir las consecuencias del pico del petróleo en una crisis energética que hará que en el futuro nuestra capacidad para modificar el medio sea cada vez mas pequeña. La tecnología no lo es todo, siempre será necesaria la energía para que que el sistema socioeconómico funcione.

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